Un encuentro muy especial

Estoy punto de coger el avión de Iberia que me llevará a Roma para el encuentro de Superiores provinciales de la SMA, cuando una serie de mensajes de wassatspp llaman mi atención. Mi sorpresa es mayúscula al ver que son del Padre Luigi. Rápidamente los abro y la sorpresa es aún mayor al ver que son fotos de él con la hermana Gloria recién liberada. Las lágrimas de alegría no se hacen esperar y no tardo en compartirlo con todos los grupos de Misiones Africanas y de mis amigos.

Luigi me comenta: Un encuentro para no olvidar. Hemos compartido muchas cosas. ¡Es mi segunda liberación!

Luigi ¿pero aún está en Roma? – pregunto yo

Si. Creo que estará todavía unos diez días. Habla con el Superior si deseas encontarla – Me responde el.

Este encuentro tuvo lugar en la residencia las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fuera de roma, donde Gloria se recupera y espera acabar las vacunas del covid19 antes de volver a Colombia. A este encuentro también asistió Luca Tacchetti que también estuvo un tiempo secuestrado con Luigi.

Los tres fueron secuestrados en diferentes circunstancias entre 2017 y 2018. Los tres fueron llevados por los Yihadistas al norte de Malí, a una región desértica del Sahara. Aunque nunca se habían visto en persona, en este encuentro compartieron su experiencia de encarcelamiento en el desierto del Sahara, rehenes del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes.

Todo mi viaje a Roma se pasó recordando a la Hna. Gloria, a nuestro encuentro en Benín en los años 2000, cuando ella estaba trabajando en Bukumbe y yo en Kopargo. Intentaba imaginar todo lo que habría sufrido en estos más de cuatro años y medio de cautiverio en medio del desierto. Volvía a imaginar ese rostro cansado y quemado por el viento y el sol del desierto.

Desde el primer momento el Superior General se ofreció para facilitarme el encuentro con ella. Me dijo que debía saludar al Prefecto de la Congregación de las OMP, así que la invitaríamos a comer a nuestra casa general de la calle Nocetta. No podéis imaginar mi alegría cuando me confirmaron que la hermana había aceptado nuestra invitación.

La mañana la pasé nervioso esperando el encuentro. Gloria llegó acompañada de la hermana Consuelo y entramos en el comedor entre el aplauso de todos nuestros compañeros. Durante la sencilla comida y en el rato que compartimos después del café, pude descubrir la fuerza de esta mujer que ha pasado casi cinco años entre las manos de unos fanáticos Yihadistas. Una fuerza que nace de su Fe y de su confianza en Dios.

En sus palabras y en sus relatos descubrimos a una hermana llena de Dios y de humanidad. Una mujer segura de su vocación religiosa y de su opción por los más pobres. Una mujer siempre dispuesta ayudar y así en su cautiverio estuvo al servicio de las otras secuestradas, especialmente de Sophie que con sus 72 años necesitaba su ayuda.

Al mismo tiempo Gloria nos muestra un gran corazón que habla de perdón a sus secuestradores, que se emociona cuando habla de su familia y especialmente de su madre que falleció durante este tiempo de secuestro.

Sentado enfrente de ella mientras comemos observo y siento su fragilidad y no puedo de dejar de preguntarme ¿Cómo habrá podido soportar, durante este largo tiempo, tanto dolor y humillación? La respuesta es clara: Su FE en Dios.

Su sencillo testimonio, como el de Luigi aquí en Madrid, nos deja una gran lección para nuestra vida espiritual y misionera. Así como Luigi nos ha dejado sus vivencias, sus reflexiones, sus sentimientos plasmados en su libro “Cadenas de Libertad”, que esperamos tenerlo pronto editado en español, esperamos que también un día Gloria pueda hacerlo para enriquecernos aún mucho más.

Desde estas líneas nos unimos a su acción de gracias y seguimos pidiendo por los que aún siguen secuestrado especialmente por el Padre Joel, de Burkina Faso.

Marcos Delgado Arce

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