Celebración de San Valentín en Dosso

Rafael ha tenido la buena iniciativa de celebrar,  con motivo de San Valentín, un encuentro de matrimonios cristianos para revalorizar el matrimonio cristiano.

La fiesta de los enamorados nos llega también a Dosso, a nuestra comunidad cristiana. Ya lo celebramos el año pasado y parece ser que a todos nos ha ido bien porque la juventud de la comunidad ha estado preparando con interés el acontecimiento de este año, además antes del día previsto, lo adelantamos porque este año caía en martes y como la mayor parte de la juventud es estudiante, lo celebramos una treintena de jóvenes el domingo para aprovechar bien el día.

Tenemos muy buen recuerdo del año pasado. Fue un día feliz en el que hablamos, reflexionamos y rezamos sobre el amor. Rezando también, sí, y escuchando la experiencia de nuestros mayores inmediatos, jóvenes también…y soñando, por qué no, a través de nuestros cantos, bailes y representaciones.

Este año hemos invitado a tres parejas jóvenes, una de ellas ya casada y las otras dos preparando su boda que parece próxima. Las tres nos hablaron de cómo se conocieron, cómo gestionan su noviazgo y los casados su vida matrimonial, el nacimiento de sus hijos, su educación, la vida familiar

Nosotros escuchábamos con mucha atención y hasta admiración las palabras de nuestros compañeros y atentos a las dificultades por las que pasaban; los casados porque quisieron seguir escrupulosamente el camino que les marcaba sus convicciones y lo consiguieron a base de esfuerzo, paciencia y a enfrentarse a presiones bastante fuertes de parte de las tradiciones y hasta de familiares, pero lo consiguieron y hoy, después de dos años de casados les acompañaban dos encantos de niños.

Era el amor el que nos convocaba y, de la forma más natural sacamos a colación la epístola de San Pablo a los Corintios: el amor soporta todo, no es orgulloso, perdona todo y espera siempre. Uno de los participantes nos decía que, después de varias experiencias negativas, había cogido aversión a las mujeres hasta que se encontró con la mujer de su vida que allí nos presentaba orgulloso con la que esperaba casarse en fechas cercanas.

Nos dieron toda clase de consejos, sobre todo paciencia, que hablemos, que programemos, que ideemos el futuro juntos, que nos perdonemos y aprendamos a confiar en el otro, en fin…estar dispuestos a dar la vida por amor si fuera necesario porque es lo que de verdad da sentido aa nuestra fe y, sencillamente, a la existencia.

El encuentro me pareció muy positivo porque nos ayuda a derribar barreras, a ver y compartir juntos ideas, sentimientos de los que nunca hablamos en confianza y nos ayuda a madurar.

Dieudonné

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