¡Me han llamado y aquí estoy! 

Me encontraba en Zaragoza, disfrutando del año sabático que el Provincial de Costa de Marfil me había concedido graciosamente cuando recibo un mensaje del Padre Désiré Salako, el Provincial de Benín-Nígerme ofrece la posibilidad de pasar este tiempo en Benín como capellán del monasterio de monjas Cistercienses de Parakou. Esto era ya a  primeros de Agosto de 2021.  Es un servicio que me pide por unos meses. Al cabo de tres semanas de pensármelo y consultar con otros compañeros, respondí que sí. En ese tiempo recordé las otras veces que ya había estado en Benín

1.-La primera vez fue en Julio de 1971 con el P. Franco Icardi y en su R-4 salimos de Abiyán, atravesamos Ghana, Togo y llegamos a Benín donde estaban José Ramón Carballada en Sè y Rafael Marco en Abomey. Allí también saludé a nuestro compañero  Bernard Curutchet en su parroquia de Azowlisé y que, sin saberlo entonces, trabajaría conmigo varios años en Madrid y en Borotou-Koro, en Costa de marfil. El viaje lo continuamos hasta Lagos, en Nigeria y luego vuelta a Abidjan, Un viaje del que me acordaré siempre por el largo recorrido, pasos de fronteras pesadísimos, la corrupción de los aduaneros, carreteras tortuosas y estrechas, caminos de tierra rojiza, la acogida fraterna de los misioneros de otros institutos misioneros y congregaciones, la alegría de vernos los compañeros, los saludos de la gente al pasar por sus pueblos y oyendo un montón de lenguas. Y  luego vuelta a Abiyán. Éramos jóvenes y aguantábamos la marcha. Lo hicimos en dos semanas,

2.- En Junio del 1974 vuelvo al Benín por unos días a saludar José Ramón y Rafael antes de empezar mi trabajo en España.

3.-En 1983 con Jesús Trocóniz salimos de Borotou-Koro en su coche, pasamos por Burkina-Faso  y saludamos a los compañeros de Benín y vuelta a Costa de Marfil por Togo y Burkina.

4.-En Octubre de 1984 recuerdo que fui al aeropuerto de Abiyán a recoger a Satur Pasero y Vicente Rico que llegaban a África por primera vez. Subimos a Borotou-Koro y, atravesando Burkina Faso, llegamos a Benín donde nos esperan los compañeros españoles que les reciben con  una gran acogida.

5.- Otro viaje inolvidable fue en Junio de 1987 con mi sobrina Mari Luz, recién cumplidos sus 18 años. Salimos de Zaragoza en un R4, atravesamos  en barco hasta Melilla y de allí a Argelia, Níger y Benín. Saludamos a los compañeros de Pereré y Nikki, José Ramón y Pedro-Luis. Recuerdo que hicimos unos cortos en Super-8 entrevistando a José Ramón sobre su trabajo, de los pozos en particular que han servido algún tiempo para la animación misionera y de ahí volvimos a Costa de marfil pasando por Burkina-Faso.

6.- La sexta vez fue con  ocasión de la venida de Benedicto XIII a Benín en Noviembre de 2011 para celebrar los 150 años de evangelización del Benín. Con Jesús Trocóniz fuimos  a saludar a Marcos en Bougou  visitando sus cooperativas de mujeres y varias escuelas en construcción. Luego fuimos a Goumori donde Guillermo Moret empezaba su casa sacerdotal y la huerta que ya daba sus frutos buenos.

7.-En Noviembre del 2017 estuve en Calavi dos semanas en un encuentro internacional con los ecónomos de las diferentes entidades SMA de África Occidental. En ese momento me di cuenta de la dificultad de conducir en Cotonou con los zemidjan (taxis-motos) que se entremeten entre los coches.

8.- Y desgraciadamente en Marzo del 2020 tuve que volver a Benín para  el entierro de nuestro compañero. Jesús Trocóniz en Bouka. Subimos desde Cotonou con Marcos Delgado, Joaquín Pardo y la familia de Jesús que se desplazaron desde Madrid. Fui testigo del gran entierro multitudinario que le hicieron a Jesús con honores y salvas de la caballería real de Bouka.

En todos estos viajes he tenido la ocasión de ver a  gentes con caras alegres, acogedoras, sonrientes y otras un poco menos e incluso llorosas pero que te saludan con respeto y cariño. He visto a compañeros misioneros contentos y emprendedores en el anuncio del Evangelio.Todos estos recuerdos me han ayudado a tomar esta decisión de volver al Benín el 18 de Octubre de 2021. ¡Me han llamado y aquí estoy!

El trabajo principal de las mojas, como sabéis, es la oración. Se levantan muy temprano y ya a las 4’30 de la mañana realizan sus primeros rezos. A las 6’30 les celebro la eucaristía y los domingos a las 9’30 para que pueda venir más gente.  Su otra principal actividad es el trabajo y con el producto del trabajo mantienen la casa y la comunidad.

Mi trabajo con ellas es acompañarlas con las celebraciones y  escucharlas en la dirección espiritual y confesiones.  Hay  también mucha gente que viene de fuera para las confesiones o confiarse. Yo estoy contento de poder hacer este servicio a estas monjas.

Ramón Bernad

Compartir