Testimonios de la Iglesia del Niger

Fue Douramane, songay de Fantio, el primer cristiano nigerino de la iglesia católica. Militar francés, conmocionado por el camino de Jesús, comprendió que Dios no era solo “Ir-koy” (nuestro jefe) sino “Ir-Baabe” (nuestro padre), un Dios cercano. Bautizado en Navidad de 1929, siente una fuerza interior que le mueve y que comparte con los suyos la fe que le habita. A partir de los años 1950 que nace la comunidad cristiana del Goruol, los pueblos de toda una región.

Asamblea diocesana de Niamey

También hay que recordar a Telegaba, gurmanché de Makalondi, así como a Zumbey, hausa de Doutchi, ambos pioneros de la Iglesia Católica de Níger en los pueblos Hausa y Gurmanché.

Otros muchos les siguieron, hombres y mujeres, ancianos y jóvenes que se manifiestan así:

• M… es Hausa: “Me hice cristiano leyendo el Evangelio de San Juan: “Jesús es la luz… es la vida”. Y me dije: yo estoy del lado de la luz, del lado de Jesús. En el Evangelio leí que Jesús era el salvador, el que nos libera del peso de nuestros pecados”.

• A … es Gurmanché: “Me di cuenta que el camino que Dios me ofrecía era perfecto. Antes seguía a los chamanes con sus fetiches. Dios estaba muy lejos y hoy sé que Dios es nuestro creador que ama al hombre y le acompaña. El que sigue el camino de Jesús se libera de sus problemas”

• I… es también songay y dice: “Hace tiempo que me entregué a Jesucristo y mi deseo es anunciar el Evangelio a todos, hasta a los árboles, y que todos los que me rodean puedan descubrir a la persona de Jesús; es lo único que deseo”.

• O… es un alumno de madre Peul y este es su testimonio: “Ahora sí que me considero cristiano y nunca dejaré esta fe, aunque me juegue la vida. Cristianos y musulmanes no tienen el mismo camino, aunque obran en nombre de Dios y se respetan”.

• K…es tuareg: “Uno no está condenado a seguir la religión de su infancia. Yo he buscado a Dios toda mi vida y el cristianismo no ha sido algo que me ha venido por casualidad. Ha sido la persona de Jesús y su amor por los hombres hasta el don de su vida los que me han transformado. Hoy me es imposible abandonarlo y no rezar con los cristianos”

Jesús aparece como buen retoño en mala tierra, en tierra reseca (Is 53,2). Él sabe. que la vida humana se ha vuelto agresiva, fría. Por eso se ha hecho sensible, vulnerable, para darnos a beber el agua viva que mana del Padre.

La vida puede ser una cuaresma aceptando nuestros valores, nuestros talentos, nuestras miserias, nuestras limitaciones. Sembremos con la semilla que Dios ha puesto en nuestros corazones, que es una semilla de Amor, porque si sembramos con rencor, cosecharemos con rencor.

«No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad (kairós), hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a), nos dice en esta cuaresma el Papa Francisco.

Ante el Santísimo expuesto dejamos que estas reflexiones fecunden nuestro corazón, y después de un rato de sonoro silencio, celebramos la Eucaristía que termina con la bendición eucarística.

Hemos acogido la presencia de Dios en la Palabra y en el Sacramento. Ahora pasamos a acogerla en los hermanos con los que compartimos mesa. Junto a un sabroso pollo, disfrutamos de lo que cada uno ha ido aportando. Los dulces postres y la amena charla ponen la guinda a esta mañana celebrativa.

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