Vuelvo a Benín al servicio de la Iglesia

Ramón Bernad estuvo el año pasado ayudando a las hermanas del Monasterio Cisterciense de Parakou, pero ahora ha vuelto con otra misión que la provincia de Benín le ha pedido. Nos envía estas líneas, después de haber celebrado en una comunidad secundaria de la parroquia de Banikani, donde nos muestra su ilusión ante esta nueva misión.

El día 14 septiembre volví a Benín y, después de arreglar el papeleo, ya me encuentro en la parroquia del Sagrado Corazón, en Parakou. La verdad es que estoy feliz ante la nueva misión que se me ha encomendado.

El padre Désiré Salako, provincial SMA de Benín-Níger, me pide que dé un impulso a la Comisión Justicia, Paz y Protección de la Naturaleza en las catorce parroquias donde trabajan compañeros de la SMA. Me parece un trabajo complicado por los kilómetros que tendré que hacer, en un principio, para visitar los diferentes grupos de esas parroquias y, sobre todo, por el riesgo que tiene el hablar de justicia en sitios donde esa palabra no gusta en los ambientes políticos.

También se me ha pedido visitar a los presos de la cárcel de Parakou, que son unos 1.500. Un servicio pastoral con visitas regulares y contactos con sus familias y amigos, en vistas a una futura reinserción.

El provincial también me pide mirar el funcionamiento del Centro de Formación Femenina Claude Templé. La SMA es la que gestiona este Centro. Lleva el nombre de Claude Templé en recuerdo de este compañero SMA, que trabajó mucho con los niños de la calle en Cotonou. Aquí vienen por el día y, por ahora, veinte chicas y mujeres que han tenido algún problema con sus familias, madres solteras con sus bebés, mujeres maltratadas que no han podido ir a la escuela y no tienen ninguna formación. El Centro funciona como escuela de alfabetización, de costura y de artesanía. Hay profesores, personal de mantenimiento, que hay que pagar, y ahora con mi compañero Pepe Ferrer, SMA vamos a intentar acabar un dormitorio, amueblarlo, poner
instalaciones sanitarias y así las mujeres no tendrán que hacer todos los días de 8 a 10 km andando para venir al Centro y volver a sus casas todas cansadas. Si se habilita este dormitorio vendrán más mujeres de la región que están sufriendo estos problemas. Está abierto a todas las mujeres sin distinción de etnia ni de religión. El Cetro está situado dentro de la parroquia de Copargo, en la diócesis de Djougou, a 120 kms. de Parakou.

Y aquí, en la parroquia Notre Dame du Sacre Coeur, un gran barrio de la ciudad de Parakou, ayudaré, según mis de mis posibilidades, en los servicios pastorales de una gran parroquia como esta.

Como podéis ver, trabajo no me faltará y espero que la ilusión y las fuerzas tampoco.

Ramón Bernad, sma.

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